18/3/16
Los 4 primeros meses son claves en el tratamiento del VIH [18-3-16]
Los 4 primeros meses son claves en el tratamiento del VIH
Los beneficios de un tratamiento precoz parecen confirmarse
La terapia antirretroviral (TAR) ha transformado el curso de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Actualmente en los países ricos hay más de 20 medicamentos disponibles para el VIH, y los nuevos regímenes de combinación son cada vez mas eficaces, al mismo tiempo que se está reduciendo la toxicidad. Como resultado, la esperanza y la calidad de vida de las personas con VIH que tienen acceso a los medicamentos está cada vez más cerca de la de una persona sin la infección.
Las directrices sobre el tratamiento del VIH, a medida que se aprende más sobre los efectos adversos del virus a largo plazo y de los beneficios de la terapia antirretroviral, recomiendan iniciar la terapia cuanto antes; sin embargo, hasta ahora, y a pesar de esta aceptación, no había estudios clínicos aleatorizados que demostraran un beneficio clínico claro del tratamiento inmediato de la infección por VIH aguda o temprana.
Cuanto antes mejor
Hasta ahora. Dos estudios que publica The New England Journal of Medicine (NEJM), que han analizado las ventajas y/o desventajas de iniciar el tratamiento en la fase de infección primaria por el VIH, respaldan la teoría de la terapia más precoz. Los dos trabajos han evaluado el efecto de un tratamiento temprano de manera muy diferente y sus resultados se basan más en la progresión de la enfermedad que en los parámetros clínicos.
En el primero de los estudios, Tuan Le y los investigadores de la UT Medicine San Antonio and the University of California (EE.UU.) analizaron el efecto de la terapia desde el momento de la infección VIH aguda en una cohorte de varones en EE.UU. que se había infectado con el virus de subtipo B y que habían sido tratados con las pautas estándar durante un período comprendido entre 1996 y 2010.
Los investigadores encontraron que se había producido una restauración espontánea, temporal y parcial de los linfocitos CD4 -marcador del estado inmunológico de una persona-, en el periodo ventana de tiempo (4 meses después de la infección por VIH). Además, vieron que iniciar el tratamiento durante este período se asociaba con una probabilidad mayor de recuperación en las cifras de CD4 +.
En el otro ensayo, realizado por el Grupo de Investigadores SPARTAC y en el que ha participado un centro español, se subraya que una terapia antirretroviral de 48 semanas iniciada en la fase de infección primaria logra un retraso de la infección por VIH. El estudio analizó si era posible limitar los daños al sistema inmune si se inicia el tratamiento poco después de ser infectados con el VIH, con una pauta corta de 48 semanas, para después retirar el tratamiento y retrasar así el inicio del tratamiento crónico.
Conclusiones
¿Qué debemos concluir de estos estudios?, se preguntan Bruce D. Walker y Martin S. Hirsch, en NEJM. En primer lugar, ambos proporcionan evidencia de que se consigue una mayor recuperación del sistema inmune de la persona con VIH con el inicio más temprano del tratamiento, en la fase de infección primaria. Es decir, los dos artículos apoyan las recomendaciones actuales de tratamiento en los países desarrollados; es decir, ni más ni menos, «tratamiento antirretroviral para todos, independientemente de la etapa de la infección».
Sin embargo, los expertos del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.), reconocen que a pesar de todo, las recomendaciones siguen basándose en la opinión de expertos y en datos circunstanciales, y no en ensayos clínicos aleatorios. Y, afirman, «aunque los datos presentados en estos dos artículos apoyan esta conclusión general, no proporcionan una prueba irrefutable en cuanto a beneficio clínico».
Los autores, además, afirman que a la hora de interpretar estos estudios es importante tener en cuenta varios puntos adicionales. Por ejemplo, «en la práctica clínica, es difícil identificar a las personas en las fase tempranas de la infección debido a las limitaciones en el diagnóstico. Por lo tanto -aseguran- es posible que los participantes en estos ensayos hayan iniciado la terapia después de una viremia alta -copias del VIH en sangre-, por lo que ya han sufrido daños. Así, no es descabellado pensar que estas pautas aplicadas en personas recién diagnosticadas pudieran tener mayores beneficios, algo que deberá ser cuidadosamente evaluado en estudios futuros».
Además, señalan los expertos, debido a que el tratamiento precoz del VIH también tiene implicaciones para la salud pública, este enfoque de terapia precoz cobra mayor relevancia. Así, si sabemos que el tratamiento de personas infectadas disminuye claramente el riesgo de infección, «debemos refinar las técnicas diagnosticas» para identificar cuanto antes a las personas con el VIH y ofrecerles el tratamiento.
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