6/11/13
El sida podrá curarse antes de que exista una vacuna
El sida podrá curarse antes de que exista una vacuna
Los continuos fracasos en el diseño de una protección eficaz contra el virus han coincidido en los últimos años con avances cada vez mayores en el conocimiento de la infección
elcorreo.com
El mundo busca una vacuna contra el sida. Más de 450 estudios se han conocido sobre ensayos y pruebas con diferentes prototipos en el reciente congreso internacional AIDS VAccine de Barcelona, que ha reunido a los más prestigiosos investigadores internacionales en la búsqueda del antídoto contra la infección. Algunos de los estudios más avanzados se están desarrollando en España, concretamente en Cataluña, pero las esperanzas parecen agotarse más cada año que pasa. No hay novedades. No hay experiencias innovadoras que permitan soñar. Ni siquiera los mensajes de optimismo de los organizadores consiguieron transmitir confianza en que el objetivo se logrará a corto o medio plazo, porque lamentablemente nada parece indicar que así será.
"Seremos testigos del fin de la pandemia del sida", dijo el director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Anthony Fauci, en una entrevista con este periódico, días antes de que arrancara la cumbre de Barcelona. Fauci está considerado como uno de los mayores conocedores del mundo de los distintos aspectos de la enfermedad.
– "¿La conocerá el siglo XXI?", insistí.
– "Es imposible predecir cuándo vamos a desarrollar una vacuna segura y eficaz", contestó Fauci, con una respuesta que, a pesar de su entusiasmo al anunciar que "estamos más cerca que nunca de conseguirlo", denota la realidad. Su análisis coincide, además, con el que hizo en el congreso mundial de Toronto hace ya siete años la profesora Francoise Barre-Sinoussi, que tuvo el privilegio de descubrir el virus causante de la enfermedad y asistir al pleito internacional sobre la autoría del hallazgo entre su compañero Luc Montagnier y el americano Rober Gallo. "La vacuna puede llegar... en el siglo XXI".
Falta casi un siglo
"La vacuna contra el sida es la más buscada y a la persona que la encuentre le darán el Premio Nobel de Medicina", ha dicho el investigador catalán Josep María Gatell, jefe del servicio de enfermedades infecciosas del hospital Clínic de Barcelona y líder de uno de los proyectos más esperanzadores que hay en la búsqueda de un remedio terapéutico. Un fármaco que si no previene, al menos, cure la enfermedad y sirva como base para el futuro desarrollo de una vacuna preventiva. La conferencia de Barcelona ha permitido conocer más de 450 estudios, que dan una idea del estado en que se encuentra la investigación. Los trabajos más prometedores hacen referencia al desarrollo de anticuerpos "ampliamente neutralizantes", capaces de desbaratar al virus. De momento, sirven para mantener viva la esperanza.
Los científicos, a pesar de los continuos varapalos recibidos, siguen encontrando motivos para continuar buscando el remedio definitivo. Sin embargo, la comunidad internacional, las grandes instituciones mundiales contra el sida como la OMS y ONUSIDA, cada vez apuestan más abiertamente por dedicar la inversión a la cura de la enfermedad. Los buenos resultados obtenidos en los últimos dos años en el ámbito de la investigación básica en este terreno, algunos de ellos con sello vasco, apuntan a ello.
Una bioquímica vitoriana, Maier Lorizate, junto con otra científica española, Nuria Izquierdo-Useros, descubrió en mayo del año pasado la molécula que sirve al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, para destruir el sistema de defensas y propagarse. El grupo que lidera el bilbaíno Asier Sáez-Cirion en el instituto Pasteur de París, junto a Francoise Barre-Sinoussi, también ha logrado que pacientes recién infectados logren vivir sin medicación. "Avanzamos poco a poco contra el sida, pero los pasos que damos hacia adelante los damos cada vez más rápido", dijo el investigador vasco en una reciente entrevista con EL CORREO.
La prueba, de rutina
El estado de las investigaciones en vacunas y tratamientos revela en todo caso la necesidad de protegerse frente a la infección, que es precisamente lo que, según los especialistas, se ha revelado como la tarea más difícil en la lucha contra el sida. Se sabe desde casi el inicio de la epidemia que la principal vía de infección son las relaciones sexuales sin protección, pero el control de la sexualidad humana parece ser un reto imposible. "La diseminación de las enfermedades de transmisión sexual no depende del conocimiento, ni la racionalidad, sino de unos instintos que son los que mueven la sexualidad y tienen un componente irracional muy grande", razona el director del Plan del Sida del Gobierno vasco, Daniel Zulaika.
Instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales han celebrado esta semana el día de la prueba del sida. En España se calcula que hay de 150.000 a 200.000 infectados y se cree que un tercio de ellos ignora su condición de seropositivo. El problema es de tal magnitud que los especialistas en el abordaje de las Enfermedades Infecciosas ya han comenzado a recomendar que se hagan la prueba del sida todas las personas que hayan tenido sexo sin preservativo alguna vez en su vida. "Estamos sentados en las consultas esperando a que nos llegue el enfermo, cuando nos enfrentamos a la patología clínica y epidemiológica más importante del país", valoró recientemente Santiago Moreno, uno de los clínicos que tratan la enfermedad más valorados en España. Los médicos creen que ha llegado el momento de que el examen se realice de rutina en los ambulatorios y centros de salud, como los análisis del hierro y el colesterol. En Estados Unidos ya se hace así.
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